Cassidian implementa una Red TETRAPOL IP para garantizar las operaciones de la Policía Federal en Brasil

Posted by barbagris | Posted in | Posted on 14:03

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Cassidian (EADS Defensa y Seguridad) ha anunciado la implementación de su Red de Comunicación IP de Radio TETRAPOL para garantizar las operaciones de la Policía Federal de Brasil (DPF) en el estado de Ceará, en Brasil.

Aldair da Rocha y Fabiano Mendes Fernandes, fueron los encargados de inaugurar este sistema de comunicación avanzada en el transcurso de una ceremonia en Fortaleza, Estado de Ceará, en la que pariticparon altos funcionarios de DPF y altos funcionarios de seguridad del Gobierno del estado de Ceará.

Esta red TETRAPOL es parte de la Red DPF INTEGRAPOL Nacional desarrollada dentro del programa PRÓ-AMAZÔNIA / PROAMOTEC, que es el resultado de un acuerdo celebrado en Brasilia el 12 de marzo de 1997, por los Gobiernos de Francia y Brasil con motivo de un programa intergubernamental de cooperación.

La Red IP TETRAPOL desarrollada por Cassidian proporciona numerosos avances en materia de comunicación segura cifrada digital para voz y datos. Destaca en particular la integración de todas las unidades de la DPF de los estados brasileños de las Fuerzas de Seguridad Pública con el objetivo de seguir mejorando su eficiencia operativa y sus servicios a los ciudadanos brasileños, y que se está convirtiendo en la piedra angular del modelo de comunicación integrada para la seguridad pública nacional necesaria para enfrentar desafíos como los grandes eventos deportivos que están por llegar al país: Copa Mundial FIFA 2014 y Juegos Olímpicos 2016.

La red completa de INTEGRAPOL se compone de 9 redes regionales basadas en IP con TETRAPOL que incluyen 27 centros de gestión táctica, 100 estaciones de base fija y 220 repetidores digitales independientes para dar servicio a alrededor de 9.000 terminales.

Cassidian, el nuevo nombre de EADS Defence & Security, es un proveedor líder mundial en comunicaciones críticas y soluciones de Mando y Control, que provee a sus clientes de soluciones para las fuerzas armadas y de seguridad en todo el mundo. Su cartera de productos abarca desde sensores y redes seguras, hasta misiles para aviones tripulados y no tripulados, pasando por otros servicios de soporte y seguridad global.

Inversiones en TIC para los Bomberos de la Generalitat de Catalunya

Posted by barbagris | Posted in | Posted on 13:59

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Barcelona, 18 sep (EFE).- El departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña ha incorporado a los recursos tecnológicos de los Bomberos una cámara “de altas prestaciones y tecnología militar” que permite tener una visión aérea de los incendios en directo desde los centros de control en tierra.

Esta es una de las últimas novedades tecnológicas que el departamento ha exhibido hoy en una jornada de puertas abiertas celebrada para mostrar a los ciudadanos los nuevos recursos de los que disponen los cuerpos de emergencia de la Generalitat, en los que se ha invertido 11 millones de euros, según informa Interior en un comunicado.


En el transcurso de la presentación del nuevo material, el secretario del departamento, Joan Boada, ha destacado la importancia de las nuevas incorporaciones tecnológicas para “mejorar las comunicaciones en todo tipo de eventualidades” entre los operativos que trabajan en emergencias y seguridad.

Entre los nuevos dispositivos se encuentra un “tablet” que se instalará en los helicópteros para poder efectuar un seguimiento de todos los efectivos que trabajan en una emergencia por medio de GPS.

También se dotará a las unidades de los cuerpos autonómicos de amplificadores de cobertura que permitirán mantener las comunicaciones en aquellas zonas en las que el acceso a la señal inalámbrica sea precaria debido a la orografía del terreno.

Los Bomberos contarán asimismo con un nuevo centro de control móvil que se instalará sobre el terreno cuando una emergencia así lo requiera, y que cuenta con una tecnología y sistemas de comunicación “punteros”.

El centro de control “transportable” dispone de una “sala táctica”, así como de un módulo complementario con una “sala técnica dotada de los últimos avances” que garantizará el correcto funcionamiento de todos los elementos tecnológicos y que dispondrá de un enlace vía satélite con las salas de control centrales.

Además, los Bomberos de la Generalitat disponen ya de 1.334 emisoras con GPS que ya han estado operativas en la campaña forestal de este verano, y que han supuesto una inversión de 1,3 millones de euros.

¿Podemos prevenir la gran tormenta solar de 2012?

Posted by barbagris | Posted in | Posted on 11:38

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Septiembre 14th, 2010

Un conjunto de luces brillantes iluminan inesperadamente en el cielo. Las bombillas empiezan a parpadear y, después de unos segundos, se apagan indefinidamente. Todo el país se queda a oscuras. No es el único. La situación se repite en todo el mundo. Un año después, nada ha cambiado. Se registran millones de muertos y nuestra civilización parece abocada a su fin. ¿La causa? Una potentísima tormenta solar.

El escenario podría ser cualquier gran ciudad de Estados Unidos, China o Europa. La hora, por ejemplo, poco después del anochecer de cualquier día entre mayo y septiembre de 2012. El cielo, de repente, aparece adornado con un gran manto de luces brillantes que oscilan como banderas al viento. Da igual que no estemos cerca del Polo Norte, donde las auroras suelen ser comunes. Podría tratarse perfectamente de Nueva York, Madrid o Pekín. Pasados unos segundos, las bombillas empiezan a parpadear, como si estuvieran a punto de fallar. Después, por un breve instante, brillan con una intensidad inusitada… y se apagan para siempre. En menos de un minuto y medio, toda la ciudad, todo el país, todo el continente, está completamente a oscuras y sin energía eléctrica. Un año después, la situación no ha cambiado. Sigue sin haber suministro y los muertos en las grandes ciudades se cuentan por millones. En todo el planeta está sucediendo lo mismo. ¿El causante del desastre? Una única y gran tormenta espacial, generada a más de 150 millones de kilómetros de distancia, en la superficie del Sol.

Y no es que de repente hayamos decidido alinearnos entre las filas de los catastrofistas que predican el fin del mundo precisamente para 2012. Pero lo descrito arriba es exactamente lo que pasaría si el actual ciclo solar (que acaba de empezar después de más de un año de completa inactividad) fuera sólo la mitad de violento de lo que se espera. Así lo dice, sin tapujos, un informe extraordinario financiado por la NASA y publicado hace menos de un año por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y resulta que, según el citado informe, son precisamente las sociedades occidentales las que, durante las últimas décadas, han sembrado sin quererlo la semilla de su propia destrucción.

Esta descripción parece sacada de una de esas películas de catástrofes con las que de vez en cuando Hollywood sacude las taquillas de los cines, pero, por desgracia, puede lejos de la ficción. Forma parte del informe publicado por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS) y financiado por la NASA. El estudio advierte de que enormes chorros de plasma procedentes del Sol pueden alcanzar nuestro planeta en 2012 ó 2013, cuando la actividad del astro rey alcance su máximo pico como parte del ciclo solar de once años. No es fácil que esto ocurra, pero es una posibilidad real.

La actual dependencia de la electrónica y de las comunicaciones por satélite supone que una fuerte tormenta espacial podría causar veinte veces más daño económico que el huracán Katrina. Si algo semejante llega a producirse, ¿tenemos alguna opción? ¿hay una oportunidad de salvarnos? Investigadores de la Universidad de Bardford (Reino Unido) creen que sí, siempre que la amenaza no nos pille desprevenidos y dispongamos de una alerta temprana que nos permita tomar medidas. Con este objetivo, trabajan en el desarrollo de un nuevo método para predecir los grandes movimientos del Sol.

Las tormentas solares implican la liberación de enormes cantidades de gas caliente y fuerzas magnéticas hacia el espacio en torno a 1.600.000 kilómetros por hora. Aunque las grandes erupciones solares normalmente tardan varios días en llegar a la Tierra, la catástrofe puede precipitarse, ya que la más grande conocida, registrada en 1859, nos alcanzó en tan sólo dieciocho horas (Bautizada como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos). Las llamaradas solares, que también pueden causar daños, tardan sólo unos pocos minutos.

Hasta ahora, la predicción meteorológica solar se ha hecho de forma manual. Expertos buscan en imágenes de satélite en dos dimensiones del Sol y evalúan la probabilidad de una actividad futura. Pero el equipo Centro de Computación Visual de la Universidad de Bradford ha creado el primer sistema accesible de predicción automatizada, utilizando imágenes en 3D generadas por el satélite de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO).

«Con seis horas de antelación»

El sistema Bradford de Predicción Automatizada de Actividad Solar, denominado ASAP por las siglas en inglés de “As soon as posible” (Tan pronto como sea posible) y ya utilizado por la NASA y la ESA, identifica y clasifica las manchas solares. El sistema es capaz de predecir con precisión una llamarada solar con seis horas de antelación y el equipo está trabajando para lograr una precisión similar en la predicción de las grandes erupciones solares en un futuro próximo.

“La predicción meteorológica solar está todavía en su infancia, probablemente alrededor del punto en el que la previsión del tiempo meteorológico se encontraba hace 50 años. Sin embargo, nuestro sistema es un gran paso adelante”, explica el profesor adjunto en el Centro de Computación Visual, el Dr. Rami Qahwaji, responsable de la investigación. “Mediante la creación de un sistema automatizado que puede trabajar en tiempo real, abrimos la posibilidad de una predicción mucho más rápida”. Además, los científicos creen que el nuevo satélite de la NASA, el Observatorio Dinámico Solar (SDO), que entró en funcionamiento en mayo, les dará la oportunidad de ver la actividad solar con mucho más detalle, lo que mejorará aún más su capacidad de predicción.

«Un posible desastre»

Se trata de nuestra actual forma de vida, dependiente en todo y para todo de una tecnología cada vez más sofisticada. Una tecnología que, irónicamente, resulta muy vulnerable a un peligro extraordinario: los enormes chorros de plasma procedentes del Sol. Un plasma capaz de freir en segundos toda nuestra red eléctrica (de la que la tecnología depende), con consecuencias realmente catastróficas. «Nos estamos acercando cada vez más hasta el borde de un posible desastre», asegura Daniel Baker, un experto en clima espacial de la Universidad de Colorado en Boulder y jefe del comité de la NAS que ha elaborado el informe.

Según Baker, es difícil concebir que el Sol pueda enviar hasta la Tierra la energía necesaria para provocar este desastre. Difícil, pero no imposible. La superficie misma de nuestra estrella es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie para viajar a través del espacio en forma de viento solar. Y de vez en cuando ese mismo viento se encarga de impulsar enormes globos de miles de millones de toneladas de plasma ardiente, enormes bolas de fuego que conocemos por el nombre de eyecciones de masa coronal. Si una de ellas alcanzara el campo magnético de la Tierra, las consecuencias serían catastróficas.

Nuestras redes eléctricas no están diseñadas para resistir esta clase de súbitas embestidas energéticas. Y que a nadie le quepa duda de que esas embestidas se producen con cierta regularidad. Desde que somos capaces de realizar medidas, la peor tormenta solar de todos los tiempos se produjo el 2 de septiembre de 1859. Conocida como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos. En aquella época, la energía eléctrica apenas si empezaba a utilizarse, por lo que los efectos de la tormenta casi no afectaron a la vida de los ciudadanos. Pero resultan inimaginables los daños que podrían producirse en nuestra forma de vida si un hecho así sucediera en la actualidad. De hecho, y según el análisis de la NAS, millones de personas en todo el mundo no lograrían sobrevivir.

El informe subraya la existencia de dos grandes problemas de fondo: El primero es que las modernas redes eléctricas, diseñadas para operar a voltajes muy altos sobre áreas geográficas muy extensas, resultan especialmente vulnerables a esta clase de tormentas procedentes del Sol. El segundo problema es la interdependencia de estas centrales con los sistemas básicos que garantizan nuestras vidas, como suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, transporte de alimentos y mercancías, mercados financieros, red de telecomunicaciones… Muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica.

«Ni agua ni transporte»

Irónicamente, y justo al revés de lo que sucede con la mayor parte de los desastres naturales, éste afectaría mucho más a las sociedades más ricas y tecnológicas, y mucho menos a las que se encuentran en vías de desarrollo. Según el informe de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana, una tormenta solar parecida a la de 1859 dejaría fuera de combate, sólo en Estados Unidos, a cerca de 300 de los mayores transformadores eléctricos del país en un periodo de tiempo de apenas 90 segundos. Lo cual supondría dejar de golpe sin energía a más de 130 millones de ciudadanos norteamericanos.

Lo primero que escasearía sería el agua potable. Las personas que vivieran en un apartamento alto serían las primeras en quedarse sin agua, ya que no funcionarían las bombas encargadas de impulsarla a los pisos superiores de los edificios. Todos los demás tardarían un día en quedarse sin agua, ya que sin electricidad, una vez se consumiera la de las tuberías, sería imposible bombearla desde pantanos y depósitos. También dejaría de haber transporte eléctrico. Ni trenes, ni metro, lo que dejaría inmovilizadas a millones de personas, y estrangularía una de las principales vías de suministro de alimentos y mercancías a las grandes ciudades.

Los grandes hospitales, con sus generadores, podrían seguir dando servicio durante cerca de 72 horas. Después de eso, adiós a la medicina moderna. Y la situación, además, no mejoraría durante meses, quizás años enteros, ya que los transformadores quemados no pueden ser reparados, sólo sustituidos por otros nuevos. Y el número de transformadores de reserva es muy limitado, así como los equipos especializados que se encargan de instalarlos, una tarea que lleva cerca de una semana de trabajo intensivo. Una vez agotados, habría que fabricar todos los demás, y el actual proceso de fabricación de un transformador eléctrico dura casi un año completo…

El informe calcula que lo mismo sucedería con los oleoductos de gas natural y combustible, que necesitan energía eléctrica para funcionar. Y en cuanto a las centrales de carbón, quemarían sus reservas de combustible en menos de treinta días. Unas reservas que, al estar paralizado el transporte por la falta de combustible, no podrían ser sustituidas. Y tampoco las centrales nucleares serían una solución, ya que están programadas para desconectarse automáticamente en cuanto se produzca una avería importante el las redes eléctricas y no volver a funcionar hasta que la electricidad se restablezca.

Sin calefacción ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Entre las primeras víctimas, todas aquellas personas cuya vida dependa de un tratamiento médico o del suministro regular de sustancias como la insulina. «Si un evento Carrington sucediera ahora mismo -asegura Paul Kintner, un físico del plasma de la Universidad de Cornell, de Nueva York- sus efectos serían diez veces peores que los del huracán Katrina». En realidad, sin embargo, la estimación de este físico se queda muy corta. El informe de la NAS cifra los costes de un evento Carrington en dos billones de dólares sólo durante el primer año (el impacto del Katrina se estimó entre 81 y 125 mil millones de dólares), y considera que el periodo de recuperación oscilaría entre los cuatro y los diez años.

Por supuesto, el informe no se limita a describir escenarios de pesadilla sólo en los Estados Unidos. Tampoco Europa, o China, se librarían de las desastrosas consecuencias de una tormenta geomagnética de gran intensidad.

«Tomar precauciones»

La buena noticia, reza el informe, es que si se dispusiera del tiempo suficiente, las compañías eléctricas podrían tomar precauciones, como ajustar voltajes y cargas en las redes, o restringir las transferencias de energía para evitar fallos en cascada. Pero, ¿Tenemos un sistema de alertas que nos avise a tiempo? Los expertos de la NAS opinan que no.

Actualmente, las mejores indicaciones de una tormenta solar en camino proceden del satélite ACE (Advanced Composition Explorer). La nave, lanzada en 1997, sigue una órbita solar que la mantiene siempre entre el Sol y la Tierra. Lo que significa que puede enviar (y envía) continuamente datos sobre la dirección y la velocidad de los vientos solares y otras emisiones de partículas cargadas que tengan como objetivo nuestro planeta.

ACE, pues, podría avisarnos de la inminente llegada de un chorro de plasma como el de 1859 con un adelanto de entre 15 y 45 minutos. Y en teoría, 15 minutos es el tiempo que necesita una compañía eléctrica para prepararse ante una situación de emergencia. Sin embargo, el estudio de los datos obtenidos durante el evento Carrington muetran que la eyección de masa coronal de 1859 tardó bastante menos de 15 minutos en recorrer la distancia que hay desde el ACE hasta la Tierra. Por no contar, además, que ACE tiene ya once años y que sigue trabajando a pesar de haber superado el periodo de actividad para el que había sido diseñado. Algo que se nota en el funcionamiento, a veces defectuoso, de algunos de sus sensores, que se saturarían sin remedio ante un evento de esas proporciones. Y lo peor es que no existen planes para reemplazarlo.

Para Daniel Baker, que formó parte de una comisión que hace ya tres años alertó de los problemas de este satélite, «no tener una estrategia para sustituirlo cuando deje de funcionar es una completa locura». De hecho, otros satélites de observación solar, como SOHO, no pueden proporcionarnos alertas tan inmediatas ni tan fiables como las de ACE. Para Baker y los demás investigadores que han elaborado el informe, el mundo probablemente no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta, efectivamente, suceda.

Algo que, según el informe, podría ocurrir mucho antes de lo que nadie imagina. La «tormenta solar perfecta», de hecho, podría tener lugar durante la primavera o el otoño de un año con alta actividad solar (como lo será 2012). Y es precisamente en esos periodos, cerca de los equinoccios, cuando serían más dañinas para nosotros, ya que es entonces cuando la orientación del campo magnético terrestre (el escudo que nos proteje de los vientos solares), es más vulnerable a los bombardeos de plasma solar.

Fuentes: ¿Podemos prevenir la gran tormenta solar de 2012? (abc.es, 09/09/2010), La tormenta solar del fin del mundo (abc.es, 24/02/2010).

Entrevista al Coordinador Provincial de REMER Córdoba en Onda Cero

Posted by barbagris | Posted in | Posted on 11:34

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Septiembre 14th, 2010

El Coordinador Provincial de la REMER en la provincia de Córdoba fue entrevistado el pasado 10 de septiembre en el programa “Cerca de las Ondas”, emitido en la cadena de radiodifusión Onda Cero y coordinado por el también radioaficionado Quino Ceular (EA7QC).

En el transcurso de la entrevista se explicaron aspectos sobre la organización y funcionamiento de la Red Radio de Emergencia -REMER- tanto en la provincia de Córdoba como a nivel nacional.

La entrevista puede descargarse en formato mp3 aquí.

Rusia pone en órbita tres satélites del sistema de posicionamiento GLONASS

Posted by barbagris | Posted in | Posted on 23:32

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Rusia puso ayer en órbita, con ayuda de un cohete “Protón-M”, tres satélites que se incorporarán a su sistema de posicionamiento global GLONASS, informaron las agencias rusas.

El cohete fue lanzado a las 00.54 GMT desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) y diez minutos después el bloque acelerador DM-2Q, con los tres aparatos, se separó de la tercera etapa del portador y comenzó su vuelo autónomo.

Un portavoz de las Fuerzas Espaciales de Rusia, responsables del lanzamiento, indicó a la agencia Interfax que los satélites quedarán bajo el control del Centro de Pruebas y Mando Titov

GLONASS cuenta actualmente con 21 satélites que mantienen la operación nominal del sistema. Los tres satélites lanzados ayer entrarán en servicio el próximo 17 de octubre. Dos satélites adicionales proporcionarán redundancia orbital.

El Primer Ministro ruso declaró que en un futuro cercano se lanzarán tres satélites y uno más en diciembre, de forma que se alcancen 30 satélites en la constelación, con dos redundantes, para asegurar la cobertura global.