La NASA prueba con éxito un sistema para predecir tsunamis mediante GPS diferencial

Posted by barbagris | Posted in | Posted on 17:28


Un equipo de investigación liderado por la NASA ha demostrado con éxito por primera vez los fundamentos de un sistema prototipo de predicción de tsunamis, que clasifica de forma rápida y precisa los grandes terremotos y estima el tamaño de los tsunamis resultantes.

Tras el terremoto de M8.8 ocurrido en Chile el pasado 27/02/2010, un equipo dirigido por Y. Tony Song, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en California, utilizó datos en tiempo real de la red de GPS diferencial (GDGPS) de la Agencia para predecir con éxito el tamaño del tsunami resultante. La red, gestionada por el JPL, combina datos en tiempo real de cientos de estaciones globales y regionales y estima sus posiciones cada segundo. Puede detectar movimientos del terreno del orden de pocos centímetros.

“Estas pruebas satisfactorias demuestran que los sistemas costeros de GPS pueden ser utilizados de forma efectiva para predecir el tamaño de los tsunamis”, declaró Song. “Esto puede facilitar a las agencias responsables la emisión de mejores alertas que pueden salvar vidas y reducir las falsas alarmas que pueden perturbar innecesariamente la vida de los residentes en zonas costeras”.

El equipo de Song concluyó que el terremoto de Chile, el quinto más grande registrado por instrumentos, generaría un tsunami local o moderado que no causaría demasiada destrucción en el Pacífico. Los efectos del tsunami fueron relativamente pequeños fuera de Chile.

Las predicciones de Song basadas en GPS se confirmaron posteriormente utilizando instrumentos de medición de la altura del mar a bordo de los satélites altimétricos conjuntos NASA/Agencia Espacial Francesa, denominados Jason-1 y Jason-2. Este trabajo contó con la contribución de investigadores de la Ohio State University (Columbus).

“Se ha demostrado el valor de las observaciones coordinadas en tiempo real entre los sistemas GPS de precisión, la altimetría vía satélite y los modelos avanzados de la Tierra”, declaró John LaBrecque, gestor del programa de Tierra Sólida y Riesgos Naturales de la División de Ciencias de la Tierra, perteneciente a la Dirección de Misión de Ciencias de la NASA, en Washington.

El método de predicción de Song, publicado en 2007, estima la energía que un terremoto submarino transfiere al océano para generar un tsunami. Se basa en datos de estaciones costeras de GPS cercanas al epicentro, junto a información sobre el talud continental. El talud continental es el gradiente del suelo oceánico desde la plataforma continental hasta el fondo del océano.

Los sistemas de alerta de tsunami convencionales se basan en estimaciones de la ubicación del epicentro del terremoto, su profundidad y su magnitud para determinar si se puede generar un tsunami de grandes proporciones. Sin embargo, la historia ha demostrado que la magnitud de un terremoto no es un indicador fiable del tamaño de un tsunami.
Los modelos previos de tsunamis asumen que la potencia de un tsunami viene dada por la cantidad de desplazamiento vertical del fondo submarino. La teoría de Song muestra que los movimientos horizontales de un talud continental inestable también contribuyen a la potencia del tsunami, mediante la transferencia de energía cinética al océano.

La teoría se apoya además en una reciente publicación de Song, de la que es coautor Shin-Chan Han, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, basada en datos recopilados por los satélites germano-norteamericanos GRACE (Aerospace Center Gravity Recovery and Climate Experiment) tras el tsunami de 2004 en el Océano Índico.

Cuando se produjo el terremoto del 27 de febrero, los movimientos del terreno fueron captados por la estación de la red GDGPS de la NASA ubicada en Santiago de Chile, a unas 146 millas del epicentro del terremoto. Estos datos estuvieron disponibles para Song en muy pocos minutos, permitiéndole calcular los movimientos del fondo submarino.

Basándose en estos datos del GPS, Song calculó la energía de la fuente del tsunami, clasificándolo como moderado: 4.8 en una escala sobre 10, en la que los valores más altos son los más destructivos. Su conclusión se basó en el hecho de que los movimientos del terreno detectados por el GPS indicaron una escasa transferencia de energía cinética al océano.

“Fuimos afortunados de tener una estación suficientemente próxima al epicentro”, declaró Yoaz Bar-Sever, gestor de la red GDGPS. “Se precisa una extensa colaboración internacional para densificar la red de seguimiento por GPS, de forma que cubra adecuadamente todas las zonas de riesgo en las que puedan producirse grandes terremotos”.

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Enhorabuena, todo lo que sea en beneficio de la humanidad, adelante con ello.

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